Por suerte he conocido grandes líderes y todos ellos tenían algo en común, han priorizado siempre los intereses de su equipo y además suelen ser buenas personas.
Los que conozco y aquellos con los que he trabajado los recuerdo con gran cariño y respeto. Porque de esto se trata ¿no?
Lo que puedo decir de ellos es que cuando las cosas han ido bien, lo han celebrado, cuando han tenido malos momentos han buscado soluciones y los han gestionado con la máxima profesionalidad.
Lo que lleva por dentro un líder, lo que se guarda sólo él/ella lo sabe.
Es difícil mantener el listón alto, ser excelentes al 100% todo el tiempo, incluso ser referente de tu equipo tiene un desgaste que no es siempre recompensado, y no hablo sólo económicamente, sino también hablo de reconocimiento y respeto a las decisiones tomadas.
Ser líder es más que el cumplimiento de objetivos, es estar ahí, mayormente estratégicamente, y otras operativamente, porque las circunstancias así lo requieren.
Esta semana he conocido a dos grandes líderes R & V, en realidad ya habíamos tenido la oportunidad de conocernos, sin embargo las circunstancias nos han llevado a vernos otra vez, y he visto en ellos fuerza, entereza y profesionalidad en sus palabras, y he querido ser tan noble como ellos, los he admirado profundamente, por su forma de dirigir una orquesta cuyas notas se podían haber perdido y sin embargo, sé que perdurarán en el tiempo.
Agradezco estas oportunidades de aprender de grandes personas, porque me ayudan a ser mejor en mi trabajo y en mi vida.
Cuando te encuentras este tipo de personas piensas ¡guau!quiero ser como ellas, y te motivan a crear una mejor versión de ti mismo .
Quiero estar ahí.
El Ser Moral 
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